Oigo su voz, aunque no está, sigo tratando de aceptar que me falta el ruido, sus pasos por la casa, siempre ruido; su risa recorriendo los pasillos; la vida se me antoja eterna. No me siento capaz de ser feliz si ella no está, si me falta el ruido, si me falta el ruido...
El caso es que yo sigo aquí buscando los motivos que ayuden a seguir, pero no sirven de nada. La busco aquí, en cada canción, no logro imaginar un cielo aún mejor que su trasluz en la ventana...
Oigo su voz, aunque no está, sigo tratando de aceptar que me falta el ruido, sus pasos por la casa, siempre ruido; su risa recorriendo los pasillos; la vida se me antoja eterna. No me siento capaz de ser feliz si ella no está, si me falta el ruido, si me falta el ruido.
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