He reído. He abrazado y me he sentido llena en todos los
aspectos. He sonreído. He sentido cosas que jamás había alcanzado sentir en mi
vida. He apostado y arriesgado. He caído y me he levantado. He perdonado. Me he
equivocado y aprendido grandes lecciones. He querido, he seguido queriendo y
dejado de querer. He besado. He llorado, he gritado de rabia y he echado de
menos. Pero aquí estamos, a 31 de diciembre de 2014, con la vida totalmente
cambiada pero viva, contenta con las decisiones tomadas este tiempo atrás.
Quiero agradeceros a todos y cada uno de los que habéis
compartido conmigo el año 2014. Agradecer los pequeños detalles, esos que hacen
las grandes cosas. Los que estuvieron en los momentos buenos y no tan buenos,
aportando grandes palabras, aconsejando hasta el último momento. Gracias a los
que siguen en mi vida a día de hoy, alegrándome cada segundo, y a los que se
fueron, que aunque ya no estén presentes hubo un tiempo atrás en el que también acertaron en eso de dibujarme una sonrisa y seguirán siendo siempre personas importantes para mí. Espero que tengáis todos un grandísimo comienzo
de año. Aprovechad cada una
de las oportunidades que se os presenten desde el segundo uno, haced lo que os apetezca en cada momento y si tenéis un
sueño, algo que os guste con todo vuestro ser, id a por ello sin mirar atrás.
Si os hace feliz, merecerá la pena.
¡Feliz año 2015!