Cómo pasa el tiempo... Quería dedicarte unas palabras, porque te las mereces por lo grande y buena persona que eras, aunque en realidad, creo que te mereces el cielo entero. Cada segundo me acuerdo de ti. Y desde que no estás, tengo siempre la sensación de que me falta algo. Eras creador de mi felicidad. Convertías todas mis lágrimas en sonrisas. Me tratabas como a una princesa. Siempre estabas ahí cuando lo necesitaba, tanto en los malos como en los buenos momentos. Tus abrazos me hacían sentirme segura desde muy pequeña. ¿Y sabes una cosa? Eras, eres y seguirás siendo una de las personas más importantes de mi vida, y estés donde estés, quiero que sepas que te quiero, abuelito.
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