siguenos en facebook siguenos en Google+ siguenos en Twitter Canal de youtube sígueme en Instagram sígueme en Tumblr Rss feed sígueme por Correo Con palabras de suerte...: octubre 2014

martes, 28 de octubre de 2014

.Nicotina.

Era de noche, y el gélido aire acariciaba su rostro. Como fondo, la preciosa ciudad de Madrid iluminada. Sentado en el marco de su ventana mientras contaba las escasas y diminutas estrellas que se podían divisar en el cielo, se liaba cuidadosamente, entre escalofríos, un cigarrillo. El primero en meses. Pensaba que la nicotina le aliviaría y que podría ayudarle a aclarar un poco las ideas. En cuestión de segundos, un mar de pensamientos creados desde hacía meses, inundaron su cabeza. Dio una calada tan grande, que consumió medio cigarrillo en un segundo, llenando sus pulmones completamente de humo. Luego respiró tranquilo y lo expulsó. Tiró la ceniza sobrante, miró de nuevo fijamente al cielo y se paró a pensar. Sabía qué era lo que quería. La quería a ella, en ese preciso momento, a su lado. Quería abrazarla, escuchar el latir acelerado de su corazón al tumbarse sobre su pecho. Hacía días que no sentía el contacto de su piel y ya lo echaba de menos. Cada beso de sus finos labios, cada mirada suya al despertar, cada sonrisa dibujada en su rostro, cada caricia... Los mensajes de ''te echo de menos'', los ''buenos días pequeña'' de cada mañana, los desayunos en la cama con tostadas untadas con mermelada y café, los besos de buenas noches, las risas de madrugada, los juegos entre las sábanas... Se habían convertido en algo indispensable, en una droga que necesitaba para vivir, para respirar, para ayudarle a levantarse con ganas cada día. Ella se había convertido en su nicotina.