A lo largo de esta vida conoces gente, que puede ser buena o mala, pero que siempre van a estar ahí. Puede amargarte y hacer daño como si fuesen una espina en la mano, o pueden ser lo mejor que se te hayan cruzado en la vida.
Con el tiempo empiezas a descubrir quien de verdad te importa, quien quieres que forme parte de tu vida, que sea una parte de ti y que si te falta, te morirías, notarías como si en tu interior no estuvieras completo.
Cuando la gente se aleja por algún motivo, sentimos la necesidad de que vuelvan, de que estén junto a nosotros en todo momento, de recuperarles. Ese es el verdadero sentimiento que indica que necesitas de verdad a esa persona, significa que la quieres.
Eso me pasa a mi con mi gente. Muchos se han ido y les hecho de menos, les necesito a mi lado a pesar de todo lo que ha pasado, pero también hay otros que permanecen a mi lado aunque pasemos por nuestro peor momento. Pero en ambos casos, estén o no estén, los quiero por igual.
Como todo ser humano, tengo preferencias hacia unas personas antes que hacia otras, porque son las que me transmiten la felicidad, las ganas de soñar, las ganas de amar, las ganas de sentir lo que es de verdad tener una buena amistad.
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