siguenos en facebook siguenos en Google+ siguenos en Twitter Canal de youtube sígueme en Instagram sígueme en Tumblr Rss feed sígueme por Correo Con palabras de suerte...: agosto 2013

viernes, 30 de agosto de 2013

Era hora de sonreirle de nuevo al mundo.

Tenía miedo. Miedo de avanzar. De seguir adelante. De empezar de cero. De mirar a su lado y no tener a nadie. De no tenerle a él. Se paró a pensar. Y sí. Ya no estaba a su lado. Caminaba solitaria en aquella noche de otoño, mientras el gélido aire acariciaba su pálido rostro. Ya no tenía a nadie con quien despertarse. Ni a quien dedicarle sus mejores noches. Pero eso no la iba a hacer derrumbarse y tropezar de nuevo. Caminaba de frente y su sonrisa la acompañaba. Era feliz. ¿Quién se lo iba a decir? Miró atrás. Pensó en el pasado. Acostumbraba a pensar en él de vez en cuando. Recordaba sus besos, sus caricias y sus te quieros. Veía una y otra vez sus fotos de viajes, de momentos increíbles. Recuerdos imborrables. Releía sus conversaciones. Desde el principio. Todo parecía tan jodidamente increíble. Se le había pasado por la cabeza llamarle y preguntarle que si alguna noche antes de dormirse, le había dado por pensar en ella y en lo felices que eran juntos. Alguna que otra vez, en acto de locura marcó su número y antes de que sonara el primer pitido colgaba. Esa había sido su rutina hasta hacía unos días.
Ahora la tocaba vestirse con su mejor sonrisa, la de siempre, y olvidar las penas. El pasado, pasado está. Se dijo basta. Su felicidad no dependía de sus recuerdos ni mucho menos de él. Antes sí. Pero ya no. Esa fue una felicidad pasajera, que en un principio no tenía fecha de caducidad. Era una felicidad conjunta. De dos. Pero ahora era única y exclusivamente de ella. Ella lo prefería. Quería  olvidarse de compromisos, con nada ni con nadie. Era el momento de dejar los recuerdos atrás y esconder la llave en algún sitio imposible de volver a encontrar. Después de todo, estaba preparada para empezar de cero. Era la hora de sonreír de nuevo al mundo.